martes, diciembre 13, 2005

Para que llore Ignaciozz...

La petrolera Repsol YPF anunció una inversión de 30 millones de dólares para la construcción de una planta de última tecnología para la elaboración de biocombustibles. El anuncio se realizó en el marco de la apertura del Centro de Investigación de Biocombustibles de REPSOL que funcionará en el remodelado Centro de Tecnología Argentina (CTA), ubicado en Ensenada. Allí se identificaran las materias primas y su caracterización para evaluar la cualidades de los aceites vegetales; el comportamiento del producto obtenido, y se efectuaran ensayos en bancos de motores para analizar perfomances, consumos y emisiones. El biodiésel tendrá una mezcla de un mínimo de 5 por ciento de aceites vegetales, que podrá llegar en un futuro hasta el 10 por ciento en el futuro. El resto será gasoil. El biodiesel es un combustible para motores diesel más amigable con el medioambiente, se desarrolla a partir de la adecuada combinación entre el gasoil tradicional y el valor energético aportado por los aceites vegetales (soja y girasol) y utilizando alcohol de la caña de azúcar. Con el alcohol de caña se sustituirán los aditivos que se emplean actualmente y que generan contaminación ambiental. Una vez en marcha, hacia finales de 2007 la planta permitirá alcanzar una producción superior a las 100.000 toneladas anuales de biodiesel. El gasoil tradicional será sustituido de forma paulatina por este nuevo combustible, NACIDO DE LA ALIANZA ESTRATÉGICA ENTRE YPF Y EL CAMPO ARGENTINO. El Plan estratégico de negocios desarrollado por Repsol YPF para Argentina a lo largo del período 2005-2009 prevé una inversión global de 6.600 millones de dólares. Ignaciozz, ayer le despreciabas un millon de dolares a los pongas, ¿ahora tambien desprecias los 30 millones de los gollegas?, ¿desprecias tambien los 6.600 millones mas que invertiran?. Estos tipos son tontos, ¿no es cierto Ignaciozz?, deberían haber ido derechito a Chile, ¿verdad?.

VILFREDO PARETO (1848 - 1923)

Vilfredo Pareto nació en Turín, Italia, el año 1848 y falleció en el año de 1923.
De madre francesa, fue Profesor de Economía en Lausana, Suiza. Algunos autores señalan como su lugar de nacimiento a París un 15 de Julio. Su padre fue un Marqués genovés, exiliado en Francia. En 1869 Vilfredo se graduó de Ingeniero y durante 23 años se dedicó a trabajar como director de empresas en ferrocarriles privados y en la industria de la fundición. Desde ese mismo año de 1869 empieza a escribir y meditar sobre Economía y se transforma en un profesional de primer rango a nivel internacional, a pesar que los adelantos de la época se comunicaban en lengua inglesa y él lo hacía en francés o italiano. De 1874 a 1882 se instala en Florencia ocupando el cargo de Director General de los ferrocarriles italianos. En 1889 contrae matrimonio con Alejandra Bakunin, de origen ruso. En 1892 ocupa la Cátedra de Economía de la Universidad de Lausana, posición docente que ocupará hasta 1906. De 1912 hasta su muerte en 1923 se dedicó a la sociología política, como lo hacían sus colegas de aquella época. El año de su muerte, 1923, fue nombrado Senador del Reino de Italia, expresando en un par de artículos de su autoría, cierta adhesión al fascismo. El 19 de Agosto falleció en Céligny, donde descansan sus restos. Su biógrafo Alberto Di Mare expresa de él: “ Pareto fue un hombre, un intelectual, extraño, casi incomprensible en sus concepciones sociales. Fue un espíritu aristocrático que despreciaba profundamente la democracia y el capitalismo, quien además se mantuvo siempre separado de toda tendencia política e intelectual; poseía un conocimiento de los clásicos verdaderamente excepcional en su época, de donde quizás le viniera su aislamiento: vivió como un anacoreta. ” Conviene transcribir también estos párrafos de su biografía: “ Pareto es al mismo tiempo profundamente liberal, pero su liberalismo es enteramente diverso del liberalismo- conservador inglés, su antiestatismo es por razón de que no puede concebir que ejerza el poder la corrupta democracia parlamentaria. Junto con Sorel y Mosca despreciará la democracia parlamentaria, horrorizado por la descomposición social italiana. Quizás añora la dictadura dignísima de la república romana, que le es tan familiar por sus perennes estudios clásicos. Con todo, siempre fue un ardoroso defensor de la libertad de pensamiento y de prensa, de la moderación, y de la libertad de cátedra... sin que esto le impidiera aceptar la curul senatorial fascista, en las postrimerías de su vida, cuando el fascismo era todavía liberal, pero siempre brutal e inhumano, en el primer avatar de esa forma poliforme de gobierno cuya ideología estuvo siempre tan ligada a la circunstancia del momento y al ritmo vital de su fundador ”. “ No llegó a fundar una Escuela para la Economía, pero sí tuvo una profunda influencia en los medios europeos, sobre todo en Italia. Fuera del continente, en Inglaterra y los Estados Unidos su influencia fue mínima hasta ya bien entrada la primera mitad del siglo XX ".
Puso de manifiesto el denominado “ modo paretiano de razonar ” que no pretende dar la explicación de los fenómenos, sino sólo señalar que existen y con qué características. El "significado profundo" que pudiera tener, no le interesa. El análisis paretiano es de total generalidad. “ La economía cuantitativa puede así librarse, aunque suene a paradoja, de la necesidad de cuantificar, de medir, operación que por imposible, aprisionaba a la ciencia en un callejón sin salida; a partir de Pareto podrá contentarse con lo efectivamente realizable: comparar, sin medir. La medida ( número cardinal ) es así suplantada por la comparación (el número ordinal ) ”. “ A él le debemos una concepción global, comprensiva de la economía y una mejor inteligencia de cuando cabe el análisis de equilibrio general, que es el aporte de la economía matemática (Walras y Pareto), en el que cada elemento depende de todos los demás. Sin duda la respuesta correcta, la mejor ”. Fue un economista que reelaboró las teorías de la utilidad y la demanda vigentes en su época. Negó la utilidad de hacer comparaciones interpersonales de la utilidad y actualmente se le estudia con ahínco ya que definió los ahora principios conocidos como “ Optimo de Pareto” y la “ Ley de Pareto ” y el Análisis de Pareto. También ideó la llamada “ Gráfica de Pareto ” El “ Optimo de Pareto “ establece que una situación es mejor que otra, cuando ella no disminuye a nadie, pero mejora a alguno, es decir, que una situación será mejor que otra solo si en la nueva podemos compensar las pérdidas de todos los perjudicados ... y queda un sobrante. El nombre de la “ Ley de Pareto ” fue dado a este principio de la Economía por el Dr. Joseph Juran en honor de este economista quien realizó un estudio sobre la distribución de la riqueza, en el cual descubrió que la minoría de la población poseía la mayor parte de la riqueza y la mayoría de la población poseía la mayor parte de la pobreza. Con esto estableció la llamada " Ley de Pareto " según la cual la desigualdad económica es inevitable en cualquier sociedad. El Dr. Juran también aplicó este concepto a la calidad, obteniéndose lo que hoy se conoce como la regla 80/20. Según este concepto, si se tiene un problema con muchas causas, podemos decir que el 20% de las causas resuelven el 80% del problema y el 80% de las causas solo resuelven el 20% del problema. El llamado Análisis de Pareto es una técnica que separa los factores denominados “pocos o minorías vitales ” de los “ muchos triviales ”. Entre las llamadas “ minorías vitales ” son identificadas:
La minoría de clientes que representen la mayoría de las ventas.
La minoría de productos, procesos, o características de la calidad causantes del grueso de desperdicio o de los costos de reelaboración.
La minoría de rechazos que representa la mayoría de quejas de la clientela.
La minoría de vendedores que esta vinculada a la mayoría de partes rechazadas.
La minoría de problemas causantes del grueso del retraso de un proceso.
La minoría de productos que representan la mayoría de las ganancias obtenidas.
La minoría de elementos que representan al grueso del costo de un inventarios.

Para efectivizar el Análisis de Pareto se utiliza la llamada Gráfica de Pareto.
La Gráfica de Pareto:
La llamada Gráfica de Pareto es un elemento de análisis utilizada para separar gráficamente los aspectos significativos de un problema, desde los triviales, de manera que un equipo sepa dónde dirigir sus esfuerzos para mejorar.
Reducir los problemas más significativos (las barras más largas en una Gráfica Pareto) servirá más para una mejora general que reducir los más pequeños. Con frecuencia, un aspecto tendrá el 80% de los problemas. En el resto de los casos, entre 2 y 3 aspectos serán responsables por el 80% de los problemas.
Se utiliza al identificar un producto o servicio en el proceso de análisis para mejorar la calidad; cuando existe la necesidad de llamar la atención a los problema o causas de una forma sistemática.
También sirve para identificar oportunidades para mejorar, para analizar las diferentes agrupaciones de datos (ej: por producto, por segmento, del mercado, área geográfica, etc.), para buscar las causas principales de los problemas y establecer la prioridad de las soluciones, evaluar los resultados de los cambos efectuados a un proceso (antes y después), cuando los datos puedan clasificarse en categorías y cuando el rango de cada categoría es importante.
Esto nos hace ver cuáles son los problemas más grandes, permitiéndoles a los grupos establecer prioridades. En casos típicos, los pocos (pasos, servicios, ítems, problemas, causas) son responsables por la mayor parte el impacto negativo sobre la calidad.
Sus obras principales fueron:
Considerazioni sul principio... dell'economia politica pura (1892),
Giornale degli Economisti,
"Introduction" a los Extracts from Karl Marx's Capital, 1893.
Leçon d'économie pure à l'Université de Lausanne Course d'Economie Politique (1896),
Cours d'Economie Politique, 2 volúmenes, 1896-7.
"New Theories of Economics ", 1897, JPE.
Les Systèmes Socialistes (1902),
"Review of Aupetit", 1902, Revue d'Economie Politique
Manuale di Economía Política (1906, publicado luego en francés, con un apéndice enteramente nuevo, en 1909),
"L'economie et la sociologie au point de vue scientifique", 1907, Rivista di Scienza.
Trattato di Sociologia Generale (1916, traducido al inglés en 1935 con el título de Mind and Society)
Finalmente L'Economie Mathematique (1911, en la Encyclopedie des Sciences Mathematiques).
Gran cantidad de escritos periodísticos.

Termina Di Mare diciendo: “ Sea cual fuere el destino final de la investigación económica, este solitario profesor italiano, francés, suizo, tendrá siempre un puesto de honor en la galería de los padres de la ciencia. Pero mejor que eso, siempre valdrá la pena leerlo, sobre todo cuando uno inicia su formación como economista. Quizás esta sea la mejor presea de este hombre extraordinario ”.

sábado, noviembre 19, 2005

Chile: por qué le va bien

Un Mercedes descapotable transita victorioso por Isidora Goyenechea, una avenida del barrio Vitacura donde a cada paso aparece un restaurante con carta de exóticas propuestas. Es la hora del after office y sobran sitios para detenerse por un buen trago. El paisaje incluye tonos verdes, pero también edificios modernos que se ven perfectamente desde cualquier vereda: no hay carteles que molesten, ni banderas partidarias ni papeles volando por el aire. En el Valle de la Dehesa, una urbanización enorme en la parte alta de la ciudad, se ven obreros con cascos amarillos, grúas que van y vienen, camiones que desbordan de ladrillos y bolsas de cemento, jardineros que cortan el pasto con esmero frente a casas aún sin terminar, clima de plazos que se cumplen. Es una foto de la película que se ve hoy en Chile: la de un país en expansión, vital, moderno, en permanente construcción. Allí donde se vaya, la impresión será la misma: orden, limpieza, organización. No hay basura en las calles ni afiches pegados en las paredes, a pesar de que las elecciones presidenciales y legislativas se harán en apenas un mes. Caminar por Santiagohattan –algunos ya lo llaman así–, la zona financiera ubicada a la entrada del residencial barrio de Vitacura, adonde se mudaron desde el casco histórico de la ciudad las principales oficinas comerciales, de líneas aéreas y de turismo, no deja dudas del cambio de fisonomía de la ciudad. Allí, el visitante se siente más cerca de Nueva York, Londres o Tokio que de cualquier ciudad latinoamericana. Efectivamente, la brecha entre la capital del país trasandino y sus vecinos de América latina se está ampliando. Y las pruebas están a la vista: el crecimiento de la construcción, el espectacular salto en materia de infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria, los niveles de consumo y los cambios que han experimentado las principales ciudades son el ejemplo más visible de un país que crece al 6 por ciento anual, pero que, si se toman los últimos 20 años, lo hizo a un 5,4 de promedio, lo que lo pone, por lejos, como el país de América latina con mejor desempeño. Sin duda, la variable principal detrás de ese crecimiento sobresaliente fue la elevada inversión productiva de los años 90, pero también la convicción de las elites dirigentes de que un país con 15 millones de habitantes y una geografía angosta y larga, arrinconada entre la Cordillera y el mar, debía buscar nuevos mercados, establecer acuerdos de libre comercio y salir al mundo a competir. La bonanza económica se ve en la flamante red de autopistas que une la parte alta de la ciudad con el centro, el aeropuerto y la salida a Valparaíso. También en las avenidas y calles desbordadas de autos de una enorme variedad de modelos, en gran medida importados y que según las estadísticas se renuevan, en promedio, cada dos años. O en el nivel de consumo en shoppings y otros centros comerciales de las zonas más elegantes, como Providencia, Vitacura, Las Condes, La Dehesa, áreas donde se observa la mayor concentración de riqueza y donde se multiplican los rincones exclusivos, como las cuatro cuadras de Alonso de Córdoba, una suerte de Rodeo Drive poblada de grandes marcas. La ciudad –con la red de subterráneos más moderna de América latina– creció camino hacia Farellones, el centro de esquí más cercano que tienen los santiaguinos. Pero no por ello le dio la espalda a su encantador centro histórico, con la Plaza de Armas, la Alameda, el Palacio de la Moneda y otros edificios patrimoniales que el país ya prepara para los esperados festejos del bicentenario, en los que Chile trabaja desde hace años.Muy cerca, en la sede de la representación diplomática argentina, en la esquina de Miraflores y Huérfanos, el embajador Carlos Abihaggle es un espectador privilegiado de este proceso de transformación que pone a Chile, en muchos aspectos, en el nivel de un país del Primer Mundo. Lo dice sin vueltas: "Tantos años de sufrimiento disciplinaron a la sociedad chilena". El resultado –en su visión– es un país con reglas y normas que se cumplen, cualquiera sea la ideología, con una alta cultura impositiva y una fuerte institucionalidad. "La gran fortaleza de Chile es su capacidad para tener políticas de Estado y también el haber sabido insertarse en el mundo", dice. Competitividad Un ejemplo de este abrirse al mundo es LAN, empresa aérea que el 8 de junio pasado empezó a operar en la Argentina, que aspira captar durante 2006 un 30 por ciento del mercado de cabotaje en las rutas que opera en nuestro país y que proyecta alcanzar una facturación superior a los 150 millones de dólares. "La clase empresarial chilena asume riesgos y cuenta con un perfil muy abierto a la competencia –dice Luis Ernesto Videla, director ejecutivo de LAN–. La búsqueda permanente por mejorar y ser competitivo en el mercado, por mérito propio y sin apoyos externos, ha contribuido a este proceso de modernización." Pero hay también aspectos culturales que despiertan la atención del visitante: la poca burocracia estatal, los altos niveles de legalidad impositiva y laboral, la eficiencia con que se atiende al ciudadano en las reparticiones públicas. Y la sensación de que los proyectos que anuncia el Estado –la construcción de autopistas en el Sur para sacar por los puertos de Valparaíso y San Antonio los productos exportables, o la promesa de que en quince años Chile será un país bilingüe, por ejemplo– se hacen realidad. Tanto los informes internacionales de competitividad como los estudios académicos atribuyen el exitoso crecimiento de la economía chilena no sólo al buen manejo de las variables macro, sino también a la solidez de las instituciones públicas, la estabilidad política, el imperio de la ley, la baja corrupción y la previsibilidad. "Creo, sin embargo, que hay otros factores que no se mencionan, pero que son decisivos: una constante preocupación por mejorar la productividad en todos los ámbitos, incluido el sector público, el desarrollo de una cultura de iniciativa y responsabilidad individuales y una menor dependencia del Estado, con una clase dirigente que mira más allá de la coyuntura y es capaz de ponerse de acuerdo en políticas de largo aliento", dice el sociólogo José Joaquín Brunner, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez y director del programa de Educación de la Fundación Chile. A su entender, los beneficios de este proceso de modernización –crecimiento, mayor bienestar y más consumo– se extienden a lo largo y a lo ancho del país. "Por cierto que hay regiones que crecen más rápido que otras y subsisten diferencias entre las zonas urbanas y las rurales menos dinámicas", asegura.Sin duda, al salir de Santiago y adentrarse en las distintas regiones en que está dividido el país, el visitante se enfrenta a un Chile más humilde, pero hay ciertas características que se mantienen: el orden, la disciplina, la limpieza, el respeto por las normas. Aprendizajes La Argentina exporta 4000 millones de dólares por año a Chile (la mitad en concepto de petróleo y gas) e importa por 400 millones. Nuestro país sigue siendo el principal destino de las inversiones chilenas en el extranjero. Tenemos 5000 km de frontera en común, un millón de chilenos vienen por año a la Argentina y 400 mil argentinos viajan a Chile. De los 800 mil chilenos que están en el exterior, 420 mil viven en nuestro país. El proceso de integración es creciente, pero la sensación de los argentinos que visitan Chile, hoy por hoy, es que hay mucho que aprender de ellos. "Es lindo vivir en un país donde todo funciona. Chile se modernizó, no hay burocracia, se respetan las reglas de juego, a veces con pequeñas variaciones, pero todos siguen un camino –dice la periodista Carmen Jaureguiberry de Molina, argentina, radicada en Chile desde 1970–. Acá la gente sufrió mucho; el país estaba en un pozo. En la gestión de Hernán Bucchi se hicieron muchas reformas dolorosas; la gente aprendió y hoy cuida lo que se consiguió con tanto esfuerzo", asegura. Ciertamente, la población bajo la línea de pobreza en 1987 era del 45 por ciento y hoy es del 18,8 por ciento. El gasto social por habitante se triplicó entre 1989 y la actualidad.Sin embargo, hay quienes, como Alicia Romo Román, rectora de la Universidad Gabriela Mistral, primera institución privada de educación superior de Chile, sostienen que el presente de nuestros vecinos es el resultado de un proceso que tiene más de 30 años. "En 1973 el país estaba colapsado. Su vieja institucionalidad se demostró incapaz de resolver los conflictos", asegura. Para Román, la clave de la modernización fue la posibilidad de tener un largo período sin actividad política, donde el gobierno pudo trabajar técnicamente con gente idónea. "A partir de 1990, los gobiernos de la Concertación tuvieron al prudencia de no tocar lo que aquella etapa había sembrado." También destaca el shock violento con que el país se abrió a mediados de los 70 y el quiebre definitivo con el proteccionismo industrial. "En los últimos 15 años aprendimos a movernos por el mundo", asegura. En las antípodas, Ricardo French Davis, economista, profesor de Economía de la Universidad de Chile, partidario de la Concertación, que lleva como candidata a Michelle Bachelet, sostiene que Pinochet terminó su gobierno con una imagen de gran reactivación, pero que si se toma el salario promedio de toda su gestión, era menor que en la década del 70, y los niveles de pobreza también. "Muchos dicen que este modelo es el mismo de la dictadura, pero no es así; tuvo importantes correcciones", asegura desde su oficina, rodeada de jardines, en el magnífico edificio donde funciona el cuartel general de la Comisión Económica para América latina (Cepal), de la que es asesor.French Davis cree, sí, que los pueblos aprenden y que la voluntad –desde todo el arco ideológico– de hacer continuidad y cambio y no borrón y cuenta nueva son las verdaderas razones del milagro chileno. Matices En el lounge del hotel San Cristóbal Tower, un piso 21 con la mejor vista del río Mapocho y de toda la ciudad, casi no se siente hablar español. Hay norteamericanos, japoneses, europeos. Son huéspedes de toda partes que llegan a Santiago, atraídos por el clima de negocios que se genera en el país. Son los mismos que en sus ratos libres se hacen una escapada a Donde Augusto, el concurrido restaurante del Mercado Central que los acerca al otro Chile, más pintoresco y artesanal. O los que reservan mesa –aun antes de llegar a Santiago– en Zully, el ecléctico y cosmopolita restaurante de moda, en el también de moda barrio Brasil. O que piden el típico lomo "a lo pobre" (con papas fritas y huevos fritos) en el barrio de Miraflores, un San Telmo en miniatura, al pie del cerro Santa Lucía. Cuando a Luis Maira, representante del gobierno de Ricardo Lagos en Buenos Aires, se le pregunta por qué a Chile le va bien, dice que porque en su país a la política van los mejores, gente con una sólida formación académica que ha elegido la vida pública como una opción. También destaca que la transición chilena se inició en un momento dramático, un mes después de la caída del Muro de Berlín y que los dirigentes chilenos – a diferencia de los del resto de América latina– comprendieron rápidamente el cambio de escenario internacional, incluida la revolución científico-tecnológica, y orientaron sus decisiones en consecuencia. Pero hubo algo más: "Fuimos moldeados por una dictadura terrible, que nos obligó a ser responsables, disciplinados, serios, hasta diría exitosos, porque el menor problema hubiera hecho que se planteara el regreso a tiempos ya superados". Maira reconoce que si el fantasma del regreso de Pinochet no los hubiera estimulado a hacer buena letra, tal vez habrían tenido una mayor tendencia al gasto público. Lo que el embajador de Chile en la Argentina señala de los políticos chilenos llama la atención como una característica de la dirigencia trasandina en general: la gente que ocupa los lugares destacados en las empresas y otros estamentos dirigenciales es notablemente preparada. Para decirlo sin vueltas: a los niveles de decisión no llega cualquiera, y hay también una estrecha relación entre la posición socioeconómica y el nivel cultural de los chilenos. Esta segmentación parece bien asimilada por la sociedad. "El aceptar el lugar que a cada uno le ha tocado, sin resentimientos, genera un clima social muy sano", dice Patricio Ahumada, directivo de una de las cadenas de supermercados más grandes de Chile.Cierto es que el acceso a la universidad no es irrestricto, como en la Argentina. Los estudios universitarios se pagan, incluso en las universidades públicas. La cuota, en ambas, está en el orden de los 400 dólares por mes, pero hay sistemas de becas y los bancos dan créditos.Además, se ve la mano del Estado en la infraestructura educativa: la mayoría de las escuelas, aun las de los barrios más humildes, tienen excelentes edificios. "Si el Estado dice que dentro de cinco años va a entregar equis cantidad de casas, o de rutas, o lo que sea, no hay ninguna posibilidad de que no cumpla", dice Ahumada. Todo esto no impide que el "modelo" chileno también despierte críticas internas. Las que hicieron más ruido últimamente provienen de Felipe Lamarca, uno de los más conspicuos representantes de la elite empresarial chilena y ex titular de la poderosa Sociedad de Fomento Fabril, Sofofa. "Hay que introducir cambios para que el mercado funcione con más competencia y menos concentración de poder –dice Lamarca–. Es urgente hacer reformas. En un sistema que sólo tiene de mercado el nombre, pero donde todos los poderes están concentrados, el chorreo (hacia las clases más desposeídas) funciona a goteo", advirtió. El salario promedio es de 350 mil pesos chilenos, unos 600 dólares, muy bajo para el nivel de vida y de consumo que tiene actualmente la sociedad chilena. Las estadísticas arrojan que hay 250 mil familias viviendo en la extrema pobreza."Lo macro va bien; el problema es lo micro. Hay un gran desarrollo económico, pero los índices dejan que desear en desarrollo humano", afirma Vicky Quevedo, directora de Foro Ciudadano, una ONG que trabaja con organizaciones sociales comunitarias.En la sede de la Fundación Avina, en el corazón de Providencia, Vicky y su colega Juan Carlos Cárdenas, director ejecutivo de Ecocéanos, organización ciudadana independiente que trabaja por la conservación y el desarrollo sustentable, expresan sus reparos con el llamado "milagro chileno". "Chile parece la buena casa en el mal barrio", se lamenta Cárdenas. "La cara exitista del modelo se contradice con otra realidad: la de un país que tiene una de las peores distribuciones de riqueza del mundo y donde la brecha entre ricos y pobres es enorme", se indigna.Pero, como señala Patricio Fernández, director de la transgresora revista The Clinic, lo interesante del Chile de hoy es que esa preocupación ya no es privativa de la izquierda, que desde todos los sectores hay coincidencia en atacar la amenaza de quiebre social que genera la concentración de la economía. Desde su oficina, en la calle Santo Domingo, Fernández analiza: "La gente se ha ido liberando del patrón autoritario y de que tiene que pedir permiso para vivir". Una prueba son los 55 mil ejemplares que vende este quincenario, que revolucionó la manera de hacer periodismo en Chile y que hace apenas 7 años era considerado un producto marginal."Todavía hay mucho por hacer –se entusiasma–. Pero el proceso que estamos viviendo en este país es muy bueno." Por Carmen María Ramos (enviada especial) Carabineros Los estudios de opinión destacan a Carabineros como una de las tres instituciones con mayor credibilidad ciudadana. "Desde el poder político se ha estimulado la conciencia colectiva de que la función policial que ejercen es muy importante para la ciudadanía y en el seno de la institución, que la ciudadanía es el principal cliente de los carabineros, por lo cual se debe fortalecer el proceso de integración", dice Felipe Harboe, subsecretario de Carabineros de Chile. "Este país ha sido ubicado en el primer lugar del mundo en manejo macroeconómico. Estas condiciones, sumadas a la estabilidad política, permiten dar continuidad y profundizar los esfuerzos en mejorar la distribución del ingreso como elemento clave en la prevención social del delito", asegura. Los nuevos argentinos Por Alfredo Sainz Recorrer las calles de Santiago es la forma más rápida y barata que tiene cualquier argentino de asomarse a una ciudad del Primer Mundo. Las veredas están limpias, el parque automotor ha sido completamente renovado (es imposible cruzarse con un Renault 12 o un Duna) y casi no se ven villas miseria. Esta primera impresión que se lleva el turista se confirma cuando se analizan algunos datos concretos de la economía. Del otro lado de la Cordillera, el desempleo se ubica por debajo del 9%, sin la necesidad de implementar subsidios del estilo Jefes y Jefas de Hogar, la deuda externa pública no llega a los US$ 10.000 millones y en los últimos diez años la tasa de pobreza cayó a menos de la mitad. Los innegables éxitos del llamado modelo económico chileno –cuya única mancha es la distribución del ingreso, ítem en el que el país continúa mostrando uno de los peores índices de la región– también se tradujeron en una expansión de sus empresas en la Argentina y en otros países de la región. La primera ola de inversiones se concretó a principios de los 90 y no terminó del todo bien para la mayoría de las compañías chilenas, en parte por la recesión que se desató en la Argentina a partir de 1998 y, además, porque no supieron amoldarse a un mercado diferente e intentaron aplicar su receta de negocios sin ningún tipo de adaptación. No es un punto menor. Por momentos, los chilenos corren el peligro de convertirse en los nuevos argentinos, al menos en la consideración de sus vecinos. No son pocos los que los acusan de creerse que se las saben todas a la hora de encarar un negocio y de jactarse, al mejor estilo porteño, de poder hacer lo que quieren en otro país. Quizá deban tener en cuenta una lección: es un gran mérito acercarse a la riqueza (¡ojalá pudiéramos los argentinos!), pero es muy feo aparecer como un nuevo rico. * El autor es periodista de la sección Economía La otra cara del éxito La salmonicultura es una de las industrias estrella de la gestión de Ricardo Lagos y refleja la tan buscada articulación entre la inversión transnacional, los sectores emergentes chilenos, la tecnología, la mano de obra y los recursos naturales. Creció 1900 veces en los últimos 15 años, por lo que Chile ya es el segundo productor mundial en salmones, detrás de Noruega. La industria se concentra en la región de los lagos, en Chiloé. Se trata de la X Región, que hace quince años era la séptima más pobre del país y hoy ocupa el sexto lugar. "Esto significa que el crecimiento no chorrea", dice Juan Carlos Cárdenas, de Ecocéanos. "El 80 por ciento de la gente gana allí 280 dólares, que es el salario mínimo; trabaja 14 horas de pie, y con horas extras gana 320 dólares. Se trata de la región del país con menor desempleo, pero con el empleo de peor calidad. Esto nos dice que en Chile tenemos empresarios con estándares del Primer Mundo en productividad y del Tercer Mundo en desarrollo humano", asegura.

viernes, noviembre 18, 2005

Greenspan anticipa retiro de inversionistas extranjeros

Los inversionistas extranjeros se cansarán de financiar el abultado déficit comercial estadounidense, pero la flexibilidad de la economía debería paliar su impacto negativo, afirmó el lunes el presidente del Banco de Reserva Federal (Fed), Alan Greenspan.
Los comentarios de Greenspan, vía conexión telefónica a una reunión efectuada en México, se refirieron al déficit en la balanza de pagos, que aumentó el año pasado a 668,000 millones de dólares, cifra récord. Ese déficit es financiado mayormente por inversionistas extranjeros.
El enorme déficit de la balanza de pagos acumulado anualmente por Estados Unidos “no puede persistir indefinidamente”, advirtió Greenspan. “En algún momento, los inversionistas dejarán de financiarlo”, agregó, sin precisar fechas.
Este déficit de la balanza de pagos es considerado la mejor medida de la solidez económica internacional de un país porque abarca no solamente los bienes y servicios, sino el flujo de las inversiones entre los diversos países.
El déficit de la balanza de pagos suma más del 6% del total del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense.
Greenspan sugirió que las limitaciones para financiar el déficit comercial estadounidense obedecerán a los “temores de los inversionistas extranjeros” de tener demasiados fondos de sus respectivas carteras en acciones y bonos estadounidenses.
Sugirió además que este cambio podría haber comenzado ya y destacó que de más de 30 billones de dólares en inversiones extranjeras seguidos por el Banco Internacional de Compensaciones en el primer trimestre de 2005, el 42.4% figuraba en dólares y el 39.3% en euros.
Sin embargo, la denominación en dólares bajó cuatro puntos frente a la mantenida hace tres años, mientras que la de euros subió cinco puntos, agregó Greenspan.
Según Greenspan, Estados Unidos se ha beneficiado de ser la divisa de reserva mundial, la primera a la que acuden los extranjeros cuando desean invertir fuera de sus países.
Esas inversiones, por ejemplo, contribuyeron a reducir las tasas de interés en Estados Unidos, agregó.
“Aunque dudo que el dólar estadounidense pierda a corto plazo su estatus de divisa de reserva en todo el mundo, a mi juicio hay que aprender algunas lecciones ante la experiencia [monetaria de Gran Bretaña], que dejó de ser la divisa dominante en el mundo”, advirtió Greenspan.

jueves, noviembre 17, 2005

Las aerolíneas de EEUU no cesan de perder

Debe de ser la industria más tonta de Estados Unidos. En los últimos 58 años, o desde que se llevan registros de ganancias y pérdidas, las aerolíneas de EEUU han tenido una pérdida neta acumulada de $14,000 millones. Una perdedora en todas las épocas.
En el 2005 tendrán otra pérdida de hasta $10,000 millones, según estima la asociación que las agrupa. Tres de las cinco mayores aerolíneas de EEUU se están escondiendo de los acreedores bajo la protección del Capítulo 11 contra las quiebras. Y estas son buenas épocas para la economía estadounidense.
Los ejecutivos de las compañías de aviación tienen excusas por las increíbles pérdidas de $32,000 millones de los últimos cuatro años, que arrasaron con lo que hasta fin del 2000 había sido una ganancia histórica acumulada de $18,000 millones.
Mencionan los atentados terroristas del 11 de septiembre y la posterior recesión que desalentó los viajes por avión. Ahora, con el retorno de los pasajeros, los ingresos disminuyen por los precios del combustible para avión, y más recientemente porque los huracanes trastornaron las industria petrolera de EEUU.
Aun así, por aberrantes que esos hechos puedan ser, no absuelven a la industria. Las aerolíneas siguen cometiendo el mismo error: sobrecargando los cielos con aviones y después bajando las tarifas a niveles no rentables para llenar los asientos. ''Cada 10 años, a partir de la década de 1970, la industria ha tenido una crisis'', dijo Julius Maldutis, analista independiente que las vio todas.
La industria probablemente tenga ahora de 20 a 30 por ciento más capacidad de transporte de pasajeros de la que necesita, dice George Hamlin, un ex ejecutivo de aerolínea y director de MergeGlobal Inc., de Arlington, Virginia. El exceso de capacidad es el equivalente a una o dos grandes aerolíneas.
Maldutis destaca que la reforma del sector de comienzos de los noventa terminó con las muertes de las aerolíneas Braniff, Eastern y Pan Am, lo que les permitió a las otras subir sus precios. En los seis años a partir de 1995 el sector ganó $23,000 millones.
En el actual clima, sin embargo, las aerolíneas no mueren. US Airways Group Inc. escapó en septiembre de su segundo viaje al Capítulo 11 al fusionarse con America West Holdings Corp. UAL Corp., matriz de United Airlines y en un tribunal de bancarrotas desde el 2002, seguramente zafará. Delta Air Lines Inc. y Northwest Airlines Corp., que acudieron al Capítulo 11 en septiembre, no serán liquidadas; estarán de retorno con costos más bajos y menor deuda, como ordenan los tribunales.
El Congreso de Estados Unidos está considerando legislación que les permita a las aerolíneas prolongar los pagos de pensiones hacia el futuro en lugar de pasárselos al gobierno como lo hicieron en el pasado empresas aéreas quebradas.
Prolongar la vida de las aerolíneas ineficientes refleja en parte la incapacidad de los mercados financieros, dice Hamlin. Si las aerolíneas quebradas no obtuvieran dinero fresco no podrían seguir volando.
General Electric Co., por ejemplo, es tanto una fuente de finanzas para las aerolíneas como fabricante de motores a reacción. Le otorgó créditos y facilidades a Delta por $1,800 millones y luego aceptó participar con préstamos de los llamados ''deudor en posesión'' por $1,700 millones para la aerolínea cuando esta se fue a la bancarrota.
Tras salir del Capítulo 11, United, Delta y Northwest estarán mucho más delgadas porque retiraron aviones, redujeron la cantidad de vuelos y disminuyeron sus nóminas. Las competidoras AMR Corp., matriz de American Airlines, y Continental Airlines Inc., achicaron sus costos sin el beneficio del tribunal de quiebras, aunque Continental estuvo allí dos veces ya.
Dada la triste historia del sector parece improbable que las aerolíneas lleguen alguna vez a reducir su capacidad lo suficiente. Todavía se sentirán obligadas a competir con precios bajos con las de más reciente aparición, una reacción poco inteligente porque la única aerolínea de pasajes baratos que pudo sobrevivir a lo largo del tiempo fue Southwest Airlines Co.
Y por supuesto siempre existirá la tentación de comprar los más modernos y relucientes jets que salgan de las líneas de producción de Boeing y Airbus.

lunes, noviembre 14, 2005

La batalla comercial de México y China

Los productos chinos se venden prácticamente en cualquier esquina de las poblaciones mexicanas. El flujo de productos chinos que ha inundado a México ha desatado una guerra callejera y comercial entre los vendedores ambulantes y el gobierno.
Un ejército de 1.6 millones de vendedores ambulantes han presentado una férrea resistencia a los intentos de la policía de confiscar las importaciones chinas, mientras que el gobierno ha lanzado una campaña publicitaria para promover los productos nacionales y ha organizado una escuadra policial para combatir el contrabando proveniente de ese país.
México ha quedado con una sensación de resentimiento e injusticia luego de que China lo desplazase como el segundo país en volumen de ventas a Estados Unidos.
Célebre por sus artesanías, México importa hoy día de China desde figuras de imágenes religiosas hasta sandalias de cuero. Y China se ha mostrado también hábil en su campaña de exportación al mercado estadounidense con productos creados a base de mano de obra barata.
"No es temor, es pánico", dijo el historiador de la capital mexicana, Lorenzo Meyer. "Se supone que nosotros éramos los que teníamos que avanzar. Aplicamos reformas de mercado libre y ahora resulta que nos estamos viendo superados por un país comunista. En 500 años, este país nunca ha sido capaz de ser puntero económicamente".
Algunos de los recientes titulares de los periódicos son elocuentes: "Los chinos quieren petróleo mexicano"; "Proliferan productos chinos en los mercados artesanales" y "Las fábricas de la frontera luchan contra la amenaza china".
Los empleados de textileras y zapaterías han comenzado a tirar a la basura los artículos chinos, mientras que la policía ha extremado sus medidas ante los vendedores ambulantes asiáticos y han incrementado sus redadas contra los vendedores de mercancía de contrabando.
La indignación mexicana no se limita empero a los bienes de importación. Desde el 2000, los mexicanos han perdido más de 200 mil trabajos en las maquiladoras, ya que varias de estas fábricas se han trasladado a China.
Los productos chinos han inundado México. China ya fabrica las imágenes de la patrona de México, la Virgen de Guadalupe y las sandalias confeccionadas en ese país se han convertido en el calzado favorito en muchas zonas rurales de México, desplazando a las sandalias de cuero que se han usado durante siglos.
En el estado central-norte de Guanajuato, docenas de zapaterías se han visto obligadas a cerrar, entre ellas Botas Fox, que era propiedad de la familia del presidente Vicente Fox. Los zapateros denuncian que se han visto obligados a cerrar debido a las importaciones baratas de China.
"No podemos competir con sus costos de mano de obra", dijo Sandra Santamaria, directora de proyectos de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido. "La mano de obra en China cuesta 48 centavos de dólar la hora, mientras que en México es de 1,20 dólares".
A pesar de los aranceles "anti-dumping" del 500 por ciento por México a los textiles chinos por el abaratamiento anormal de sus precios, eso no ha frenado la importación en gran escala de los productos.
Muchos productos chinos son introducidos en México con etiquetas de fabricación de otros países. Sin incluir estos productos clandestinos, China tiene un superávit comercial con México de más de 5 mil millones.
"Nunca hemos sido capaces de defendernos contra los estadounidenses ni los chinos", se lee en un cartel clavado frente a una tienda de ropa. "No obstante, no hemos visto a ningún chino. Lo único que vemos son mexicanos desleales que no quieren pagar por productos mexicanos".
Algunos se refugian en el racismo. Las bromas asiáticas y los estereotipos son comunes en México, inclusive en carteles publicitarios.
En una redada efectuada en octubre, la policía detuvo a varios coreanos acusados de dirigir operaciones ilegales de importación, y deportaron a once. Dicha medida generó denuncias de discriminación por parte de la comunidad coreana.
Algunos no ven tan mal que China se esté llevando todos los trabajos que requieran de mano de obra barata.
"Eso obliga a México a producir trabajos con valor agregado", dijo el vicesecretario de Economía, Ángel Villalobos.
Los chinos han señalado que México debe mejorar sus productos en vez de quejarse de otros países.
"China se vio inundada de productos extranjeros, pero nosotros no acusamos a esos países. En vez de ello, aprendimos cómo hacerlos", dijo Xingmin Yin, vicedirector de un centro económico de la Universidad de Fudan, en Shanghai.

Gran salto rural con efecto global

Cuando los líderes comunistas de China delinearon un nuevo plan de desarrollo para los próximos cinco años, difícilmente hayan pensado en contar con el apoyo del Departamento (ministerio) del Tesoro estadounidense para alcanzar metas tan ambiciosas como reducir la pobreza rural y alentar el consumo interno. Pero el entusiasmo que manifestó el secretario del Tesoro, John Snow, de visita esta semana en zonas rurales chinas, a la apuesta de Beijing por un crecimiento más lento pero con "justicia social" sirve para ilustrar que cada simple vibración de esta gigantesca economía se siente en todo el mundo, especialmente en Washington. "Vemos que el crecimiento del consumo va directamente a lo que más presente está en nuestra mente: el desequilibrio global del comercio", señaló Snow en un mercado rural en la mediterránea provincia china de Sichuan, en el centro-sur del país. Snow, que partió el martes tras una semana de gira por el país asiático, dijo a sus líderes que debían aumentar el poder adquisitivo de sus 800 millones de campesinos para que puedan adquirir más mercancías importadas, y reducir así el enorme superávit comercial chino con Estados Unidos. Impulsar la demanda interna y estimular el crecimiento en las vastas áreas rurales de es exactamente lo que Beijing tiene en mente. El nuevo plan, divulgado luego de una reunión a puertas cerradas de los máximos líderes la semana pasada, abandona una política de larga data destinada a promover un rápido crecimiento, a favor de un desarrollo sustentable y balanceado. También redirige la intervención estatal hacia la economía de las zonas rurales, donde vive la mayoría de la población, de 1.300 millones de personas. Bajo el lema de crear una "sociedad armoniosa", el presidente y jefe del todopoderoso Partido Comunista, Hu Jintao, prometió aumentar el gasto en educación y salud en zonas rurales, reducir los impuestos que afectan a ese sector, intensificar las medidas para sostener los precios de los productos agrícolas y atender los problemas ambientales. Durante décadas, los planes económicos de China, repletos de jerga comunista y cupos para todo, desde la producción de trigo hasta la de acero, tuvieron poco impacto en los mercados globales. Pero esto cambió drásticamente luego de la crisis financiera asiática de 1997, cuando Beijing decidió relanzar la economía con una campaña de creación de infraestructura a gran escala para modernizar las ciudades, acelerar la urbanización de unos 200 millones de campesinos y la construcción de autopistas y aeropuertos en todo el país. Ese gasto sin precedentes dio origen a una creciente demanda de materias primas, y ayudó a elevar los precios mundiales de la energía, el acero, el metal y el cemento. Simultáneamente, estimuló una inversión febril en plantas de energía, fábricas de acero y otras. En los tres años transcurridos desde que el presidente Hu y el primer ministro Wen Jiabao llegaron al poder, el gobierno central ha intentado controlar las inversiones de capital, que sus predecesores veían como una estrategia para generar empleos y apaciguar el descontento popular. El nuevo plan afirma la intención de Hu y Wen de ponerle tope al crecimiento del producto interno bruto (PIB) para estimular los ingresos de los habitantes de las áreas rurales. El grado de éxito de estas políticas tendrá implicaciones en la economía mundial, como efecto secundario del enlentecimiento o del auge continuado. Los detalles de esta iniciativa no se conocerán hasta inicios de 2006, cuando será sometido a votación en el parlamento. Pero los analistas afirman que está concebida para reducir el ritmo del crecimiento del PIB del promedio anual de nueve por ciento en la última década a siete por ciento, y para combatir los desequilibrios que causan inquietud social, particularmente en el campo. Durante años, los campesinos y la agropecuaria china sostuvieron el crecimiento de las ciudades y el aumento de la riqueza urbana. "En los próximos cinco años, esperamos que las ciudades devuelvan (este respaldo) a las aldeas, y la industria a la agricultura", señaló el investigador en políticas partidarias Xin Ming. Pero el Estado está listo para aumentar el gasto y recuperar el control de los servicios de salud, educación y seguridad social, áreas de las que comenzó a retirarse luego del lanzamiento de las reformas económicas en los años 80. Los habitantes del campo y los trabajadores despedidos en las ciudades ahora tienen que pagar las cuotas escolares y médicas con dinero de sus propios bolsillos, y ayudarlos a hacerlo sería una forma de reforzar el erosionado apoyo al régimen y al partido. Pero Beijing también espera que, aumentando el ingreso de la población rural, se pueda estimular un mayor consumo de mercaderías importadas y servicios, y afrontar los desequilibrios comerciales internacionales. Se prevé que el superávit comercial chino con el resto del mundo alcanzará un récord de 100.000 millones de dólares este año, el triple que en 2004, cuando fue de 32.000 millones de dólares. "Una demanda interna débil aumentará más el superávit comercial, y esto es algo que no queremos", dijo el presidente del Banco Central de China, Zhou Xiaochuan, en una entrevista concedida a la revista empresarial Caijing. El Ministerio de Comercio también advirtió que, si bien el superávit comercial ayudó a expandir las reservas de divisas y alimentó el crecimiento económico, también puede tener efectos negativos, como nuevas disputas con los socios comerciales y más presión para que el país revalúe su moneda. Estados Unidos cree que China mantiene su moneda, el yuan, devaluada artificialmente, lo que vuelve injustamente baratos sus productos en los mercados extranjeros. El 21 de julio, Beijing revaluó el yuan dos por ciento frente al dólar y decidió establecer un régimen cambiario de flotación parcial contra una canasta de monedas, en vez fijar el valor directamente a la divisa estadounidense, que experimenta una continuada caída. Pero las exportaciones siguieron aumentando. En los últimos 20 años, las ventas al exterior se convirtieron en un motor principal del crecimiento del PIB, lo cual lleva a los economistas a advertir que la actividad económica es demasiado dependiente de la demanda externa. El reconocimiento de esos hechos fue evidente en los comentarios formulados por Zhou a la revista Caijing. "En las economías globales más importantes, la influencia del consumo interno sobre el equilibrio de la balanza comercial es mucho mayor que la de los ajustes cambiarios", dijo. Su compromiso a fomentar la demanda interna y el consumo de bienes importados puede salvar a Beijing de la acusación de manipular la moneda en un informe que se apresta a publicar el gobierno de Estados Unidos. Si el Departamento del Tesoro acusa a China de manipulación de la moneda, cimentará el camino para futuras sanciones comerciales contra Beijing.

domingo, noviembre 13, 2005

Se reduce la deuda con el FMI

En los últimos cuatro años, Argentina redujo su deuda con el organismo multilateral. Hasta fin de año hay que cancelar intereses por 585 millones de dólares. La Argentina redujo en los últimos cuatro años su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y para fin del 2005 los compromisos con este organismo multilateral se ubicarán por debajo de los 10 mil millones de dólares.A pesar de había caído en cesación de pagos (default) en diciembre del 2001, la Argentina fue reduciendo su pasivo con el FMI y pagó 6.000 millones de dólares por vencimientos de capital y 2.400 millones en concepto de intereses.De aquí a fin de año el país deberá cancelar intereses por 585 millones de dólares, por lo que la deuda con el FMI se ubicaría en torno de los 9.510 millones.Los pagos se efectuaron mayoritariamente con las reservas que dispone el país, que ya superan los 26 mil millones de dólares por la diaria intervención del Banco Central en el mercado cambiario.La Argentina y el FMI suspendieron en agosto del 2004 el acuerdo que tenían vigente mientras duraba el canje de deuda, y hasta el momento no se retomaron las negociaciones por el rechazo del gobierno nacional a aceptar imposiciones que puedan poner en peligro la reactivación económica.La reestructuración de la deuda, así como la reducción de los compromisos con el FMI, mejoraron la posición financiera de la Argentina, que actualmente registra índices de riesgo soberano similares a otros países emergentes.

Un problema contable profundiza la crisis en GM

El lema de gestión de Rick Wagoner, presidente de General Motors Corp., es “hechos, no palabras”. Pero a medida que la automotriz estadounidense entra en una crisis cada vez más profunda, aumenta la presión para que Wagoner hable más y haga más. La posición de Wagoner al frente de la mayor automotriz del mundo atraviesa por un momento crucial. El jueves, los inversionistas golpearon las acciones de GM, llevándolas a su punto más bajo desde octubre de 1992, cuando los directores externos de la compañía decidieron, ante la posibilidad de acogerse a la protección de las leyes de bancarrota, despedir a la plana ejecutiva. Ayer, los inversionistas también se desprendieron de los bonos de GM, que tienen calificación de chatarra, en medio de las preocupaciones de que una investigación contable por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. genere más incertidumbre financiera. La empresa sorprendió a los inversionistas el miércoles en la tarde al revelar que había registrado indebidamente en sus libros las rebajas ofrecidas por sus proveedores, lo que infló sus resultados de 2001 en entre US$ 300 millones y US$ 400 millones, alrededor de la mitad de las ganancias anunciadas en ese entonces. La noticia representa un traspié para una compañía que hasta el momento había eludido dudas sobre sus prácticas contables, algo que ha golpeado a otras empresas. GM dijo que el tema de las rebajas es sólo uno en una serie de temas que están siendo examinados por la SEC. Desde que tomó las riendas de la compañía como presidente ejecutivo en 2000, la gestión de Wagoner ha sido marcada por una serie de reveses que han minado el impacto de las decisiones bien tomadas. El declive de más de dos décadas de GM la ha dejado tan débil que pronto podría perder el titulo de la principal automotriz del mundo frente a Toyota Motor Corp. Wagoner dijo en una entrevista que GM tiene un “plan bien pensado, exhaustivo y agresivo no sólo para hacer a la compañía rentable de nuevo sino conducirla al tipo de resultados financieros que nuestros accionistas esperan’. Pero Wagoner dijo no estar preparado para decir cuando GM volverá a ser rentable. Independientemente de si Wagoner logra mantenerse en su cargo y restaurar la rentabilidad de GM, la compañía será más pequeña y más globalizada de lo que es hoy, con muchos cambios con respecto al gigante que dominó el mundo automotriz hace 20 años. Pese a que Wagoner contempla planes de recortar 25.000 empleos en EE.UU. para 2008, GM busca expandirse en China, Corea del Sur y Europa del Este. Los ejecutivos de GM dicen que su plan a largo plazo es mover lo que ellos llaman “huella” de fabricación fuera de los EE.UU., Alemania y otros países con altos costos laborales. Al mismo tiempo, la calificación de chatarra de la deuda de GM ha forzado a Wagoner a considerar la venta de una participación en la joya de la corona del gigante corporativo: General Motors Acceptance Corp. GM tratará de mantener una participación minoritaria en GMAC, dice Mr. Wagoner. Wagoner no ha mostrado señales de tirar la toalla en esta pelea. A finales del mes pasado llegó a un acuerdo con el sindicato United Auto Workers, que de acuerdo con GM, recortará en US$ 1000 millones los desembolsos en efectivo para servicios de salud, aunque durante los próximos dos años, los ahorros fluirán a fideicomisos destinados a subsidiar los costos médicos de los jubilados de GM Para principios de diciembre se espera que Wagoner anuncie planes de cerrar algunas fábricas en Norteamérica como parte de un plan más amplio para que las fábricas de la compañía trabajen a una capacidad del 100%, actualmente están al 85%, de acuerdo a cifras de la compañía. En 1991, el presidente ejecutivo de ese entonces, Robert Stempel, hizo un compromiso similar cuando presentó un plan para cerrar 21 fábricas. En menos de un año, la junta de GM forzó la salida de Stempel. Wagoner también ha prometido ahorros sustanciales con sofisticadas estrategias de compra que hacen uso de proveedores en países con bajos costos laborales. El ejecutivo ha presionado por enviar más unidades de ingeniería de vehículos a Corea del Sur y ha reorganizado las operaciones de desarrollo y fabricación de vehículos de GM, esparcidas por todo el mundo, en unidades globales, en un esfuerzo por eliminar los problemas organizacionales que dieron como resultado vehículos como el Saab 9-3 y el Opel Vectra. Estos dos modelos son similares en tamaño, pero no pueden ser construidos en la misma fábrica. La mayoría de las medidas de Wagoner tomaran años para que produzcan resultados. Pero en estos momentos, GM está en problemas porque la economía, el mercado automotriz y sus rivales no se han comportado como esperaba cuando diseñó su estrategia. Wagoner no es dado a mostrar su desilusión en público. Al interior de GM, dicen sus subordinados, Wagoner les pide que se concentren en sus trabajos y que no se distraigan con el torrente de malas noticias. También practica la compartimentalización que predica. Ha mantenido su aplomo y su visión de un GM que es ágil, global y en crecimiento tanto en sus ventas como en sus ganancias, pese a los golpes recientes.

sábado, noviembre 12, 2005

Prebisch al día

Por Aldo Ferrer
Este año se cumplieron veinte años de la muerte de Raúl Prebisch. El Banco Central de Venezuela organizó un seminario para fines de este mes, en homenaje al eminente economista argentino y latinoamericano. En la introducción de mi ponencia recordaré que, a mediados del siglo pasado, bajo su liderazgo, pensadores sociales de América Latina formularon una teoría del desarrollo. Respondía a una interpretación estructural, histórica y sistémica, de las causas del atraso predominante en nuestros países. Sobre estas bases, se formuló una estrategia de crecimiento asentada en la industrialización y la modificación del estilo de inserción en la división internacional del trabajo. Uno de los componentes originales de la teoría era la interpretación del funcionamiento del sistema económico mundial y la dinámica de la relación entre un centro desarrollado y una periferia atrasada. El modelo centro-periferia explicaba cómo la distribución desigual de los frutos del progreso técnico, entre ambos componentes del sistema, sancionaba el rezago periférico y la reproducción de las causas que lo determinaban.A partir de aquí, el desarrollo fue interpretado como un proceso de transformación y diversificación de la estructura productiva que modificaba la vinculación de nuestros países con el mercado mundial, en cuanto abastecedores de productos primarios e importadores de manufacturas y capitales. La industrialización transformaba así la composición del comercio exterior y, por lo tanto, la inserción en la división internacional del trabajo, permitiendo retener los aumentos de la productividad, derivada del progreso técnico, a través del aumento del empleo y de los salarios reales. Sobre la base de estas ideas formuladas por Prebisch, otros investigadores, como Celso Furtado y Helio Jaguaribe, enriquecieron la teoría contraponiendo las causas exógenas, derivadas del comportamiento del orden mundial, con las endógenas, resultantes de la propia realidad de nuestros países (ver el libro de R. Bernal Meza, objeto de mi comentario en una nota anterior). El subdesarrollo latinoamericano resultaba así de una compleja madeja de relaciones entre los intereses dominantes en el orden mundial y las elites domésticas, beneficiarias del modelo e incapaces de conducir a sus países por el sendero del desarrollo económico y social. La teoría de la dependencia fue un importante subproducto del estructuralismo latinoamericano. Lo mismo sucedió con el enfoque estructuralista de la inflación en América Latina. Según éste, los aumentos de precios resultaban de desequilibrios estructurales de la oferta, para enfrentar el aumento y los cambios en la composición de la demanda, antes que de excesos de liquidez y del gasto. Esta interpretación dio lugar a la célebre polémica,en las décadas de 1950 y 1960, entre los estructuralistas latinoamericanos y los monetaristas, cuyas principales referencias institucionales eran la CEPAL, los primeros, y el Fondo Monetario, los segundos. Estas contribuciones fueron luego incorporadas por Prebisch en sus estudios sobre el llamado capitalismo periférico, término que caracterizó al sistema económico y social prevaleciente en nuestros países. Se verifica una concentración extrema de la distribución del ingreso en un grupo reducido de la población, lo que provoca el desperdicio de gran parte del excedente económico en el consumo conspicuo. Esto reduce el ahorro disponible, necesario para aumentar la inversión productiva y elevar el empleo. Induce una fractura en la estructura social, que distancia a los grupos privilegiados de las bases sociales de sus países. En cambio, los asocia a los centros del sistema de los cuales importan bienes y servicios suntuarios y, al mismo tiempo, las ideas para interpretar la realidad. Esta subordinación teórica a lo que Prebisch llamó el pensamiento céntrico, es el eslabón final de la cadena que ata a nuestros países al yugo del atraso y la subordinación. Es la expresión contemporánea de una trayectoria histórica iniciada con la conquista y colonización de los territorios que actualmente habitan los pueblos latinoamericanos.Esta teoría del subdesarrollo latinoamericano, fundada en los aportes seminales de Prebisch, conformó un enfoque histórico y estructural que vincula el sistema de relaciones internacionales (modelo centro-periferia) con causas endógenas determinantes del subdesarrollo. El enfoque no fue sólo descriptivo. Lo inspiraba el propósito de entender para transformar la realidad. En este aspecto propositivo, las ideas de Prebisch fueron fundacionales. Insistió siempre en que era preciso interpretar la realidad de nuestros países y el orden mundial, desde nuestras perspectivas, necesidades y objetivos. Sostuvo, por tanto, un rechazo frontal al enfoque neoclásico que había aprendido a desestimar desde los ‘30, cuando, como Gerente General del Banco Central, condujo la política monetaria de la Argentina.A principios de la década de 1960, Prebisch asumió la conducción de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas de Comercio y Desarrollo). Desde allí trató de modificar el comportamiento del orden económico mundial con iniciativas tendientes a impulsar el desarrollo de la periferia. El intento más significativo fue el régimen de preferencias arancelarias para facilitar el acceso de exportaciones de este origen a los mercados de países industriales. Fue el aporte menos trascendente de Prebisch. No podía ser de otro modo, porque el centro ha sido incapaz, hasta ahora, de transformar las mismas condiciones que determinan su posición hegemónica y, por tanto, las asimetrías prevalecientes en el orden mundial.La contribución fundamental de Prebisch se refiere a su análisis de la industrialización, la redistribución del ingreso y la integración regional para ampliar las fronteras de nuestros mercados y recursos, hasta los límites del inmenso espacio del continente latinoamericano. Las propuestas de transformación fueron consistentes con su convencimiento de que nada permanente se construye en el desorden, y que es preciso mantener los equilibrios macroeconómicos del sistema en sus ejes fundamentales: presupuesto, moneda, balance de pagos.Estas ideas surgieron en un momento de vacío en el pensamiento hegemónico de los centros. La crisis de los ‘30 demolió la visión neoclásica e instaló el paradigma keynesiano. La intervención del Estado inherente al pensamiento estructuralista latinoamericano, apareció, así, legitimada por la misma política de los centros. Además, el sistema mundial estaba a la deriva, a consecuencia de la crisis y la Segunda Guerra Mundial. Librados a sus propias fuerzas, nuestros países no sólo debieron mirar hacia el mercado interno sino, además, construir un paradigma de desarrollo alternativo y emplear nuevos instrumentos, como el control de cambios. Raúl Prebisch había comenzado a hacerlo en la Argentina de 1930; terminada la guerra, las condiciones estaban maduras para propagar el mensaje en América Latina y más allá. Con el tiempo, economistas heterodoxos del Norte -es decir, del centro-, Dani Rodrik, Joseph Stiglitz y Paul Krugman, profesaron la misma aproximación teórica de la realidad, cuestionaron la racionalidad del enfoque neoliberal y concluyeron con interpretaciones muy semejantes a las formuladas por Prebisch y sus seguidores. Más importante es que las políticas propiciadas por el estructuralismo latinoamericano fueron ejecutadas, hasta sus últimas consecuencias, en los países de Oriente que vienen asombrando al resto del mundo por su extraordinario proceso de crecimiento y transformación. Tempranamente, en Asia, se reconoció el aporte teórico del estructuralismo latinoamericano Hace treinta años, la India condecoró, con su máximo galardón, el Premio Nehru, a Raúl Prebisch. La teoría cumplió con los requisitos epistémicos que la validan: reveló capacidad de predicción de los acontecimientos y de sustentar acciones válidas para los fines que propone. En América Latina, en cambio, el paradigma que Prebisch había contribuido a formar, tenía bases vulnerables. No sobrevivió las limitaciones emergentes del Estado desarrollista, coexistiendo con las mismas raíces del privilegio y la concentración de la riqueza del pasado histórico. Cuando el poder céntrico se reconstituyó en torno de la hegemonía norteamericana y las nuevas fuerzas de la globalización (en los mercados financieros, las corporaciones trasnacionales y las comunicaciones), el pensamiento hegemónico en América Latina pasó a ser formulado desde los centros y por las mismas causas, fundadas en la debilidad de la densidad nacional de nuestros países. Fracturas sociales, liderazgos internos asociados a la relación de dependencia, la fragilidad de las instituciones y visiones de la realidad alienadas, incapaces de formular políticas eficaces de desarrollo. Deberíamos aprender de nuestras frustraciones y los éxitos de otros, para construir un paradigma fundado en las relaciones esenciales entre el desarrollo y la globalización, tal y cual lo propuso el estructuralismo latinoamericano, aggiornado a las condiciones contemporáneas. Estar en el mundo estando primero en nosotros mismos. Abrirnos manteniendo el comando de nuestro propio destino. Crear riqueza para el bienestar de muchos y no el privilegio de pocos. Es preciso un considerable esfuerzo de reflexión para fundar el paradigma del desarrollo con equidad, la soberanía con realismo, el desarrollo nacional y la integración latinoamericana. Los antecedentes teóricos están triunfantes en otras partes del planeta. Ahora hay que repatriarlos y traerlos al día. En sus contenidos fundamentales, el pensamiento latinoamericano, fundado por Prebisch, conserva plena vigencia.

viernes, noviembre 11, 2005

El gran culpable: David Ricardo

Este pensador clásico fue primero un exitoso corredor de bolsa que luego se convirtió en economista. Su metodo análisis era deductivo y abstracto. Creía que la teoría era un pre-requisito importante para un correcto y eficiente análisis del mundo real y la para la toma de las decisiones de la política. Ricardo se caracterizó por ser un teórico puro que separó su construcción teórica alejándose de los acontecimientos de su época.
Con Ricardo, la Economía, entonces, política pierde la inclinación empírica que había sido tan característica del sistema de Adam Smith, y se vuelve más austera y abstracta.
A diferencia de Adam Smith, en cuyos trabajos se apoyó, Ricardo se preocupó sólo en segunda instancia en averiguar las causas del crecimiento o, si se prefiere el origen de "la riqueza de las naciones". A Ricardo lo inquietaba especialmente la tendencia de la baja de los beneficios. Tendencia a su entender inevitable en la economía inglesa, pero que podía contrarrestarse con el desarrollo del comercio exterior. No a la manera de Adam Smith, que destacaba el papel de las exportaciones de manufacturas en la profundización de la división del trabajo. Sí a través de las IMPORTACIONES DE CEREALES BARATOS que impedirían que suba el salario normal. Y, por ende, facilitarían el aumento de los beneficios y la acumulación necesaria para el crecimiento.
En este contexto, todo aquello que contribuya a disminuir el valor de los productos agrícolas es absolutamente favorable para el desarrollo económico. Y es aquí donde Ricardo plantea la importación masiva de cereales de países en los cuales la renta de la tierra no sea tan elevada como en Inglaterra. A principios del siglo XIX, esto significa esencialmente Europa, pero muy pronto sería equivalente a América. Allí la renta de la tierra era prácticamente igual a cero por tratarse de tierras nuevas de la mejor calidad.siguiendo a Ricardo, Gran Bretaña buscó rediseñar la economía británica en función de una nueva división internacional del trabajo. Gran Bretaña - de acuerdo a Ricardo - sería un centro productor de manufacturas que cambiaría por alimentos producidos en ultramar.No está de más indicar que esta división internacional del trabajo fue perdiendo vigencia a medida que los Estados Unidos de Norteamérica desplazó a Gran Bretaña como potencia dominante. Este país, en tanto que exportador de productos agrícolas, hizo lo posible por liquidar las producciones agrícolas alentadas por los británicos. David Ricardo aboga por el libre comercio y formula la teoría de las ventajas comparativas que llevan a la especialización productiva regional. La principal preocupación de Ricardo es la tendencia a la baja de la tasa de beneficios o, si se prefiere la tendencia a la elevación de los salarios. A su vez, esta tendencia a la elevación de los salarios se explica por el aumento de los precios de productos alimenticios a los cuales se consagran esencialmente los ingresos de los trabajadores. El alza de los precios de los alimentos en el largo plazo se explica a su turno por la "ley" de los rendimientos decrecientes en la agricultura.
En este esquema, el comercio exterior, (concretamente, la importación de cereales baratos) cumplía una función clave al permitir la disminución de los precios de los alimentos y, por ese conducto, la reducción de los salarios y el aumento de los beneficios.
Si algo distingue a Ricardo en el campo metodológico, es SU TENDENCIA A LA SIMPLIFICACIÓN DE LOS HECHOS; lo que para el caso es equivalente a decir que proyecta su razonamiento al mayor nivel de abstracción posible. Tanto que en ocasiones llega a distanciarse demasiado de la realidad y perder contacto con ella; tal es el caso de la teoría cuantitativa del dinero, que ha causado un perjuicio mayor al desarrollo del pensamiento económico.
Ricardo buscaba justificar la especialización inglesa en la producción de manufacturas y, en la medida que las circunstancias lo permitieran, la especialización de otros países en la producción agrícola (América, Europa Continental, etc.)
Es así, que Ricardo habla de los beneficios de la especialización para los países participantes en el comercio internacional. Unos y otros obtienen supuestamente ventajas del intercambio al aumentar la masa de bienes. De esta manera, por la misma cantidad de trabajo, un país obtiene un mayor volumen de mercancías gracias al comercio. Por lo que la especialización significa la potenciación de la capacidad de producción y consumo de todas las naciones. Constituyéndose por esta razón en un factor de desarrollo, además de una palabra para elevar el bienestar general.
Por cierto, al hablar del comercio en estos términos Ricardo se refiere al libre comercio, que sería algo así como el faro que ilumina el camino del progreso.
"En un sistema de comercio absolutamente libre, cada país invertirá naturalmente su capital y su trabajo en empleos tales que sean lo más beneficiosos para ambos. Esta persecución del provecho individual está admirablemente relacionada con el bienestar universal. Distribuye el trabajo en forma más efectiva y económica posible al estimular la industria, recompensar el ingenio y por el más eficaz empleo de las aptitudes peculiares con que lo ha dotado la naturaleza; al incrementar la masa general de la producción, difunde el beneficio general y une a la sociedad universal de las naciones en todo el mundo civilizado con un mismo lazo de interés o intercambio común a todas ellas".
Pero Ricardo no se detiene en este punto. Después de señalar la conveniencia de la especialización pasa a explicar cómo se arriba a la misma y porqué es ventajosa aún cuando un país está mejor dotado que los demás en todas las industrias. En otras palabras, porqué la especialización es también necesaria en los casos en que la producción de todos los artículos requiera menos tiempo de trabajo en uno de los dos países que participan en el intercambio. Anuncia así el principio de las ventajas comparativas. De acuerdo al mismo, un país exportará aquel producto en el que tenga una ventaja comparativa relativa respecto a otro país. Para Adam Smith, es preciso notarlo, el comercio sólo era posible si un país tenía ventajas absolutas respecto a otro en la fabricación de un determinado bien.
"Inglaterra - dice Ricardo - puede encontrarse en circunstancias tales que la producción de paños pueda requerir el trabajo de 100 hombres durante un año. Si tratase de producir vino, probablemente necesitaría el trabajo de 120 hombres durante el mismo tiempo. Consecuentemente, Inglaterra prefiere adquirir el vino importándolo, a cambio del paño que produce".
"Portugal, probablemente pueda producir su vino con el trabajo de 80 hombres durante un año, mientras que para la producción del paño requiera el trabajo de 90 hombres durante el mismo tiempo. Resulta en consecuencia ventajoso para Portugal exportar vino a cambio de paños. Este intercambio puede efectuarse aún cuando la mercadería importada se pueda producir en Portugal mediante una cantidad menor de mano de obra que en Inglaterra. Aún cuando podría producir el paño con el trabajo de 90 hombres, lo importaría de un país donde se emplee el trabajo de 100 obreros, ya que sería más provechoso para él emplear emplear su capital en la producción de vino, mediante el cual obtendría una cantidad mayor de paños procedentes de Inglaterra que el que podría producir invirtiendo en la manufactura de paños una parte del capital que ahora dedica a la producción de vino" (Ricardo, Ibidem p.103).
El valor internacional de las mercancías
Sin embargo, Ricardo no dice nada sobre el valor internacional de las mercancías. Sólo sugiere que el valor internacional no será el mismo que el valor nacional. Señala que "el trabajo de 100 ingleses, no puede cambiarse por el trabajo de 80 ingleses, pero el producto del trabajo de 100 ingleses puede ser cambiado por el producto de la labor de 80 portugueses, 60 rusos o 120 indios orientales". (Ibidem, p.103). Con lo que no abre el camino para comprender el significado del intercambio desigual, tema desarrollado por Arrighi Emmanuel en años recientes.
Ahora bien, ¿cuál será el valor internacional de las mercancías?
En principio, el valor internacional de las mercancías no está totalmente indeterminado. Teóricamente, tendrá dos límites: el primero, la relación interna de precios en el país A; el segundo, la relación interna en el país B.
En el caso que plantea Ricardo, el valor internacional se ubicará entre 90/80 (Portugal) y 100/120 (Inglaterra); lo que es equivalente a decir que se ubicará entre 11.25/10 y 8.33/10, dado que las relaciones internas de precios (que aquí usamos como equivalente a la relación de valores) de cada país son independientes la una de la otra.
En este sentido, Portugal exportará vino que le cuesta 10 horas de trabajo, si puede recibir tela, que le cuesta 11.25 horas, a cambio de un menor número de horas de trabajo. Por su parte Inglaterra importará vino, que le cuesta 10 horas de trabajo, sí puede exportar tela, que le cuesta 8.33 horas de trabajo, beneficiándose con el diferencial de horas de trabajo (por los menos 1,67 horas).
Así, y como se puede apreciar en el gráfico, el valor internacional se ubicará entre las relaciones internas de precios de los dos países. El valor exacto al cual será realizado el intercambio sólo sería definido más tarde por los sucesores de Ricardo. En primer lugar por John Stuart Mill, que habla del papel de la demanda recíproca de los dos países en la determinación del valor internacional de las mercancías.
En todo caso, lo relevante es que Ricardo desarrolla el principio de las ventajas comparativas teniendo en cuenta las necesidades de la economía inglesa de su tiempo. La idea esencial es que el país que tiene una ventaja relativa en una producción (Inglaterra en las manufacturas y el "resto del mundo" en la agricultura) debe especializarse en la misma. Ello sin considerar el hecho que estas ventajas relativas no son un don divino sino un producto de la historia que, a través del comercio, tenderían a perpetuarse.Ricardo es pues el que da a Inglaterra - y de allí su triunfo sobre otros economistas de su tiempo (en particular sobre Robert Malthus) - la justificación para reordenar la producción y el comercio mundial en función de sus propias necesidades. Un reordenamiento que no utiliza otra arma que el libre comercio.

Mas sobre David Ricardo

Este pensador clásico fue primero un exitoso corredor de bolsa que luego se convirtió en economista. Su obra capital es Principles of Political Economy and Taxation (1817) que pronto sustituyo a "la riqueza de las naciones" de Smith como texto fundamental de los temas económicos y sus contribuciones a la teoría económica están en la metodología la teoría del valor y la teoría de la renta claro que el comercio internacional y las finanzas públicas también fueron abordadas por el.
Ricardo se caracterizó por ser un teórico puro que separó su construcción teórica alejándose de los acontecimientos de su época. Pese a su método deductivo y abstracto Ricardo estaba muy orientado hacia la práctica política, de hecho sostenía que la teoría era un pre-requisito importante para un correcto y eficiente análisis del mundo real y la para la toma de las decisiones de la política.
En su época los problemas económicos de Inglaterra eran los precios crecientes de los granos junto con el fenómeno de rentas elevadas, aparte de los problemas entre agricultura e industria fruto de los cambios estructurales.
El estilo del método Ricardiano lograba recomendaciones no contextuales de política y fue esta la senda que la corriente Ortodoxa tomó para su desarrollo.
Ahora bien, David Ricardo afirmaba que determinar las leyes que regulan la distribución del ingreso entre los actores de la economía (trabajadores, capitalistas, terratenientes) debía ser el propósito de la economía, es decir, señalar qué participación tenia el trabajo, el capital y la tierra en el producto nacional. Sin embargo, eran los cambios en la distribución funcional del ingreso a través del tiempo los que concentraban su atención, así que empezó planteando una teoría que pudiera explicar las ganancias, los intereses, la renta y los salarios.
Iniciemos por indicar las herramientas y supuesto sobre los cuales trabajó sus teorías:
Supone que los cambios en los precios relativos en el tiempo dependen del cambio del costo del trabajo medido este en horas.
Dentro de su modelo el dinero es neutral y no influye en los precios relativos.
Supone que la razón trabajo-capital es invariable, es decir, que hay coeficientes fijo de producción para el trabajo y el capital.
Se supone rendimientos decrecientes en la agricultura y constantes en la manufactura.
Suponía pleno empleo en la economía,
Hay competencia perfecta
Actores plenamente definidos con característica racional y calculadora (terratenientes, trabajadores y capitalistas)
Ricardo manejada en su argumentación la tesis Malthusiana sobre la población que dice que esta tiende a aumentar a una tasa superior que la oferta de alimentos.
Doctrina de los fondos salariales.
Con su teoría de la renta, Ricardo intenta explicar los cambios en las cantidades del producto total que serán entregadas al terrateniente y qué porción de ese producto quedará en manos del capitalista en el largo plazo. Para esto utiliza el concepto de los rendimientos de crecientes que junto con el supuesto de escasez de tierra fértil, son las causas de la existencia de la renta.
El concepto de renta para Ricardo era el de un pago que recibía el terrateniente, el cual igualaba las tasas de ganancia para tierras con diferentes niveles de fertilidad. Es decir que si una tierra A era la más fértil y una B no lo era tanto se pagaría una renta por la primera que haría que para el capitalista la productividad de las dos clases de tierra fueran iguales. Este análisis puede hacerse en el margen intensivo que refleja el principio de los rendimientos marginales de crecientes, es decir, que en un mismo tipo de tierra la segunda unidad de trabajo y capital invertido rendiría menos que la primera o utilizando el margen extensivo, que refleja el paso de una calidad de tierra a otra de inferior calidad.
Ahora bien, otra forma de expresar el hecho económico de la renta es diciendo que los costos marginales de la producción se incrementan en la medida que se cultiva la tierra de manera más intensiva, es decir, que el costo marginal es el incremento en el costo total necesario para producir una cantidad mayor del producto final.
Ricardo amplia el análisis diciendo que los precios dependen del costo marginal de la última unidad producida por el productor menos eficiente, por ultimo concluye que los precios son los que fijan la renta y no esta a los precios.
La teoría del valor de Ricardo difería de la mayoría que trataba de explicar las fuerzas que determinan los precios relativos en un periodo determinado en lugar de esto se concentro en explicar las fuerzas económicas que provocan los cambios en los precios relativos a través del tiempo. Por otra parte, aunque lo intentó, no logró encontrar un bien cuyo valor fuese invariable en el tiempo a través del cual encontrar la causa del cambio en los precios relativos, es decir, que el valor depende según él de la cantidad de trabajo necesario para la producción y no de los salarios pagados por el trabajo que era la tesis de Smith. Aparte de esto observa que el valor de uso es esencial para la existencia del valor de cambio aunque este no exprese su medida.
Una observación importante dentro de la teoría del valor de Ricardo es que se excluyeron los bienes escasos que no se pueden reproducir libremente en los mercados competitivos, es decir, las pinturas, monedas, vinos, etc que son poco usuales, de todas maneras la teoría del valor de Ricardo en valor del costo de trabajo tuvo cuatro grandes problemas que debía solucionar antes de constituirse como tal.
Distinguir una medida de la cantidad de trabajo, para lo cual midió la cantidad de trabajo mediante la cantidad de tiempo involucrada en la producción de un bien o sea solamente por las horas.
Tomar en cuenta los distintos niveles de habilidad del trabajo, es decir que aparentemente se cae en el error circular de Smith, sin embargo al ser un análisis de los cambios a través del tiempo este obstáculo se salva; además Ricardo supo resolverlo al incluir en su análisis el supuesto de que si los salarios de los trabajadores no cambian en el largo plazo el precio relativo no esta dado por estos.
Si los bienes se producen tanto con trabajo como con capital ¿cómo influye este último sobre el precio del bien final? este problema se solucionó considerando al capital como trabajo acumulado.
El problema de la renta como un bien económico. Como ya se dijo la renta dentro del análisis ricardiano está determinada por el precio y no al contrario.
El papel de la ganancia en el precio. Según Ricardo la ganancia no es trascendente en su teoría del valor ya que no interviene con su propuesta de que los cambios en los precios relativos en el tiempo están en función de los cambios en las cantidades relativas de trabajo incorporado en los bienes finales.
Vamos ahora a la teoría de la distribución de Ricardo; para él, el producto se dividía en tres partes: renta ganancia y salarios, que iban a cada uno de los actores: terratenientes, capitalistas y trabajadores respectivamente y ya que la productividad marginal es decreciente entonces, a una mayor cantidad de unidades de trabajo y capital invertido será menor la tasa de ganancia ya que la porción para el terrateniente aumentaría y el trabajador tiene su salario fijo según los supuestos del salario de subsistencia, de tal forma que la ganancia podría llegar a cero. En el caso de la manufactura la evaluación es igual, con lo cual, se llega a un punto en que sin ganancia ni acumulación todo el sistema entra en un lúgubre estado estacionario.
En el tema del comercio exterior se pronuncio con su doctrina de la ventaja comparativa, que dice que si un país tiene una ventaja absoluta en la producción de un bien sobre otro país y este a su vez esta en igual condición respecto al primero con un bien diferente ambos pueden salir ganando si se especializan en el bien que menos le cueste producir. De hecho puede haber ventaja absoluta por parte del primer país en ambos bienes, sin embargo si el segundo tiene una ventaja absoluta en su mercado de un bien sobre otro puede ser ventajosa la especialización. Así se probó que el elemento determinante del nivel de ganancias que recibe un país gracias al comercio internacional no depende de la ventaja absoluta sino de la ventaja comparativa. Con esta teoría se defiende el libre comercio internacional y expone la mentira de que el gravamen es totalmente pagado por el extranjero, ya que queda al descubierto que se disminuye el nivel de ganancia para el capitalista y lo peor es que se anula la virtud de la ventaja comparativa de hacer crecer el pastel productivo, ya que con el arancel este puede no aumentar y la mayor producción global puede verse afectado con lo que los ciudadanos también pagan con su bienestar.
Para terminar

David Ricardo

Con Ricardo, la Economía política pierde la inclinación empírica que había sido tan característica del sistema de Adam Smith, y se vuelve más austera y abstracta. La elevada abstracción del análisis de Ricardo puede ser fruto de su excesiva preocupación por el largo plazo y tuvo como consecuencia un cambio en aspectos formales del lenguaje utilizado. Esta preocupación se pone claramente de manifiesto en una carta de éste a Malthus fechada en 1817:
Me parece que una causa importante de diferencia entre nuestras opiniones sobre los temas que hemos discutido tan a menudo es que tú tienes siempre en tu mente los efectos inmediatos y temporales de los cambios concretos mientras yo, por el contrario, dejo completamente de lado estos efectos inmediatos y temporales, para fijar toda mi atención en el estado permanente de las cosas, que resultará de ellos. Quizá tú das demasiada importancia a estos aspectos temporales, mientras yo estoy demasiado dispuesto a minusvalorarlos.
Sin embargo, no existe la menor duda de que los problemas que pusieron en movimiento el pensamiento de Ricardo fueron eminentemente prácticos y de orientación política (Spiegel, s.d.). Una prueba de ello se encontraría en el Ensayo sobre la influencia del bajo precio del grano sobre los beneficios del capital, cuyas pretensiones prácticas y políticas eran claras: la abolición de la proteccionista Ley de Cereales.
En esta obra, como generalmente se reconoce, se encuentra la esencia de una parte significativa del pensamiento de Ricardo, el cual tratará de desarrollar más ampliamente en los Principios de economía política y tributación. Esta parte de las ideas de Ricardo puede encontrarse sucintamente recogida en una carta de octubre de 1814 que Ricardo dirigió a Malthus:
La acumulación de capital está quizá preparando el terreno para unos beneficios permanentemente decrecientes. Me parece importante averiguar cuáles son las causas que pueden ocasionar un alza en el coste del producto bruto, ya que los efectos que tendría dicha alza sobre los beneficios serían diametralmente opuestos. El alza en el coste del producto bruto puede ser ocasionada por una gradual acumulación de capital que, al crear nueva demanda de trabajo, estimulará probablemente el crecimiento de la población y promoverá en consecuencia el cultivo o la mejora de tierras inferiores; esto no hará que aumenten los beneficios, sino que disminuyan, ya que, no sólo se elevará el nivel de los salarios sino que se emplearán más trabajadores que no darán lugar a un aumento proporcional del producto bruto.
La determinación de las leyes que rigen la distribución es el problema primordial de la Economía política ricardiana. La importancia debe buscarse en la estrecha relación que, en Ricardo, existen entre distribución, teoría del valor trabajo, acumulación y crecimiento económico. Se trata de conceptos que con Ricardo van a adquirir nuevas relaciones.
La producción total está determinada enteramente por condiciones técnicas, pero su división en renta, beneficios y salarios es determinada por la interacción de factores técnicos, económicos y demográficos. La renta es determinada por factores técnicos (diferente fertilidad de la tierra), los cuales tienen como consecuencia que sucesivas aplicaciones de trabajo a la misma cantidad de tierra rindan cantidades de producto cada vez menores (rendimientos decrecientes). La renta no entra en la teoría del valor de Ricardo, es una detracción del producto total. El valor de las mercancías está determinado por la cantidad de trabajo empleada sobre la tierra marginal, ésta es aquella porción de tierra que no rinde renta.
Los salarios no se relacionan con la aportación del trabajo al proceso productivo. El «precio natural del trabajo» se relaciona con el nivel de subsistencia (no estrictamente fisiológico) del trabajador y su familia. La acumulación de capital y el crecimiento demográfico están detrás de la desviación y ajuste del salario de mercado al natural. Los beneficios son un residuo. Tras detraer renta y salarios del producto total, lo que resta es retenido bajo la forma de beneficios. Se supone que los capitalistas están dispuestos a llevar su capital a aquella actividad que rinda una tasa de beneficios mayor que el promedio. La clase social que percibe los beneficios se caracteriza por su frugalidad, consume una pequeña parte de cuanto obtiene y dedica sus beneficios a la acumulación de capital. Pero ésta no puede perpetuarse indefinidamente. Motivado por los rendimientos decrecientes del nuevo capital (fijo y circulante) aplicado a tierras cada vez menos fértiles, la renta aumenta su valor real y monetario, el salario en dinero también, y en consecuencia la tasa de beneficios desciende. Este proceso, llevado a su último extremo, significa un estado estacionario. Aquí la tasa de beneficios se ha reducido a un mínimo, los capitalistas no tienen estímulo alguno para acumular. Este resultado final únicamente puede retrasarse, no evitarse, y son los descubrimientos y nuevos inventos el modo de diferir en el tiempo su llegada.

AMARTYA SEN

Amartya Sen nació en 1933 en la India. En 1959 realizó su doctorado en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido y luego fue profesor en la India, el Reino Unido y los Estados Unidos de América. Actualmente enseña en el Trinity College, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido). La Real Academía Sueca de Ciencias en 1998 le entregó el Premio Nobel de Ciencias Economicas por sus contribuciones a la investigación del bienestar económico.
Educación y salud, esenciales para combatir pobreza
La investigación del bienestar económico, que ha permitido una mejor comprensión de los mecanismos que provocan la hambruna y la pobreza llevaron al economista y filósofo indio Amartya Sen, a ganar el premio Nobel de Economía. La tarea que queda por delante comprende "terminar con la pobreza, la ignorancia, la enfermedad y la desigualdad de oportunidades, y ésta es la base de mi trabajo", señala Sen.
"Si bien la apertura económica contribuye al desarrollo, ésta por sí sola no bastaría si no se toman medidas en el campo de la educación y la salud, las cuales son esenciales en la lucha contra la pobreza", asegura Sen.
Amartya Sen nos dice que es común destacar que el éxito de Corea del Sur, China y Taiwan - por ejemplo - se debía a que sus economías estaban más abiertas que en otros países como India y Pakistán. "Eso es verdad, pero también es verdad que Pakistán e India habían descuidado la educación, la salud y la reforma agraria".
Eso demostraba que "cuando se abrían los mercados, habían muchos que no estaban listos para competir en el mundo global". El profesor Sen no se opone a la globalización pero nos dice que ésta debe ir acompañada de un progreso social. Advierte que las sociedades pueden sufrir golpes cuando son obligadas a una "mayor competitividad" a raíz de la integración económica.
Las razones de la distinción como Nobel de Economía 1998
Después de estudiar varias catástrofes en la India, Bangladesh y el Sahara desde los años cuarenta, Sen descubrió que las hambrunas se han producido incluso cuando la provisión de alimentos no era diferente de años anteriores y que, en algunas áreas afectadas por el hambre, se habían exportado alimentos.
Para Sen, concurren en el fenómeno factores sociales y económicos que afectan a los diferentes grupos de la sociedad, y que influyen sobre la elección de oportunidades.
Comprobó que la hambruna de Bangladesh en 1974 se debía en parte a que las inundaciones de ese año habían hecho subir los precios de alimentos, al tiempo que los obreros agrícolas carecían de trabajo, con el consiguiente descenso de su poder adquisitivo.
Amartya Sen completó la labor previa de Serge Kolm y Anthony Atkinson en la búsqueda de índices para medir los grados de ingresos y, con ello, el nivel de pobreza y otros indicadores del bienestar. El consiguió esclarecer la relación entre la llamada curva de Lorentz, que mide la desigualdad en ingresos, y la distribución de diferentes activos por parte de la sociedad.
Una norma habitual para medir el bienestar de una sociedad es el porcentaje de sus habitantes que se encuentra por debajo de lo que se califica de antemano índice de pobreza, pero esta teoría ignoraba los diversos grados de pobreza entre los menos favorecidos.
Para solucionar esta deficiencia, Sen elaboró un índice para medir la pobreza, teniendo en cuenta el bienestar de los individuos, que ha sido utilizado desde entonces por muchos investigadores.
Uno de los problemas que se encuentran al comparar el bienestar de diferentes sociedades es que los indicadores habituales, como los ingresos per capita, solo tienen en cuenta la ''situación media'' de la población.
Amartya Sen ha señalado que los principios éticos bien fundados suponen la igualdad entre los individuos, pero como la habilidad para aprovechar la igualdad de oportunidades varía con cada persona, el problema de la distribución de bienestar nunca podrá resolverse del todo.
Escritos posteriores de Sen abren el debate de cómo evitar las hambrunas y limitar sus efectos cuando se han producido.
Aunque muchos críticos han cuestionado la validez de algunos de los resultados empíricos de Pobreza y Hambrunas, el libro constituye una indudable contribución clave a la economía de desarrollo.

DAVID RICARDO (1772-1823)

Economista británico, de origen judío; fue uno de los miembros más importantes de la escuela clásica de economía política. Su lógica rigurosa y la búsqueda de la verdad objetiva han sido la base de las tentativas del neoliberalismo y de los análisis de Marx acerca del capitalismo. Expuso sus teorías en la obra "Principios de Economía Política".
David Ricardo (1772-1823), hijo de un banquero judío que emigró de Holanda a Inglaterra, fue, ante todo y a plenitud, un inglés de su tiempo. Y no por su conversión al cuaquerismo al momento de su matrimonio, sino por su profunda compenetración con la realidad inglesa de inicios del nuevo siglo.
A diferencia de Adam Smith, en cuyos trabajos se apoyó, Ricardo se preocupó sólo en segunda instancia en averiguar las causas del crecimiento o, si se prefiere el origen de "la riqueza de las naciones". Aunque también se podría decir que sus preocupaciones en torno al crecimiento lo llevaron a interesarse en primer lugar en los factores que explican la distribución de la renta.
Al autor de los "Principios de economía política y tributación" (1817) lo inquietaba especialmente la tendencia de la baja de los beneficios. Tendencia a su entender inevitable en la economía inglesa, pero que podía contrarrestarse con el desarrollo del comercio exterior. No a la manera de Adam Smith, que destacaba el papel de las exportaciones de manufacturas en la profundización de la división del trabajo. Sí a través de las importaciones de cereales baratos que impedirían que suba el salario normal. Y, por ende, facilitarían el aumento de los beneficios y la acumulación necesaria para el crecimiento.
TEORIA DEL VALOR Y DEL REPARTO
En su "Historia del Pensamiento Económico", Henri Denis expone en los siguientes términos el planteamiento de Ricardo sobre la distribución del ingreso nacional: "Si hacemos abstracción de la renta agraria, el beneficio es la diferencia entre el precio de venta y el precio del costo. Y a escala nacional, el precio de costo de la producción neta, es el importe de salarios. Por consiguiente, para explicar los beneficios es preciso conocer:
1) Las leyes que determinan los salarios;
2) Las leyes que determinan los precios de venta de los productos."
Al referirse a los precios de venta de los productos, Ricardo al igual que Smith, piensa en los precios de mercado que pueden ser muy variables y estar determinados por su escasez relativa.
Para Ricardo el precio "normal" o, si se prefiere, el valor de una mercancía, está determinada por la cantidad de trabajo que contiene. Por tanto, el valor de una mercancía aumenta cuando aumenta la cantidad de trabajo necesaria para su fabricación y disminuye en caso contrario. En términos relativos, puede decirse que los valores de cambio relativos aumentan o disminuyen de acuerdo al mismo principio, inclusive si disminuye la cantidad de trabajo incorporada en todas las mercancías.
No escapa a Ricardo que esta es una aproximación general al problema del valor. Tampoco que el trabajo necesario para la producción de una mercancía incluya el trabajo anterior en la fabricación de "herramientas, máquinas y edificios"; esto es de "trabajo muerto" en la terminología de Marx, en gran medida un ricardiano.
Tampoco dejó de lado Ricardo una preocupación que fuera planteada por el mismo Adam Smith: los beneficios del capital están incluidos en los precios de las mercancías. Y ello en proporción al capital movilizado puesto que hay, teóricamente, una tendencia a la simetría de los beneficios obtenidos en diferentes actividades.
Empero, Ricardo considera que el factor sustantivo en la determinación del valor o precio "normal" de una mercancía es la cantidad de trabajo incorporada.
LA DETERMINACION DE LA RENTA
En lo que toca a la determinación de la renta de la tierra, Ricardo adoptó los puntos de vista de Malthus, con quien mantuvo una polémica constante a lo largo de su vida.
Afirma que el valor de cambio de un bien (especialmente los agrícolas) está determinado por la mayor cantidad de trabajo necesaria para su producción; ni más ni menos que el costo marginal en términos contemporáneos. Así la incorporación de tierras nuevas en las cuales la producción es cada vez más difícil aumenta el valor de cambio de todos los productos agrícolas, favoreciendo a los antiguos productores. De esta manera, la renta de la tierra - más exactamente la renta diferencial - aumenta a medida que se incorporan nuevas tierras a la producción. Y esto ocurre continuamente en razón del incremento de la población y del consiguiente aumento de la demanda de alimentos.
Cabe notar que esta apreciación de Ricardo podía haber sido válida un siglo antes, pero ya no en la época que escribia el autor. El progreso había llegado también a la agricultura y la cantidad de trabajo requerida para la producción de un bien también disminuía. Lo que sí es absolutamente cierto es que la productividad del trabajo aumentaba más rápidamente en las manufacturas. Y que la idea de la determinación del valor por el costo marginal tenía un significado cuando se trataba de incorporar tierras relativamente poco aptas.
En ese sentido, no cabe duda que había una tendencia al aumento de la renta de la tierra.
Una vez deducida la renta de la tierra, sólo queda por determinar la parte correspondiente a los salarios y los beneficios.
Ahora bien, el precio "natural" del trabajo, que considera una mercancía al igual que Smith, es equivalente al que proporciona al obrero los medios de subsistir y perpetuar la especie.
El salario de mercado sería afectado, en opinión de Ricardo, por el crecimiento de la población. Y al igual que Malthus, se pronuncia contra las leyes de protección de los pobres y por el control de la natalidad. Probablemente motivado por la dramática disminución de los salarios en Inglaterra de principios del siglo XIX, y la necesidad de encontrar correctivos de largo aliento.
Teóricamente, y dada la participación de los rentistas de la tierra y de los asalariados en el ingreso nacional, los beneficios tenían un carácter residual. En otras palabras, tendían a ser muy pequeños respecto a la masa de capitales movilizados lo que, en principio, afectaba las posibilidades de acumulación y el mismo progreso de la economía.
Los factores que afectaban la distribución del ingreso en el largo plazo eran bastante claros. De un lado, había, una tendencia al aumento de la renta de la tierra y, por ende, del valor de los productos. Esta evolución afectaba directamente el valor de la fuerza de trabajo o su precio "normal" (no el de un momento dado, que podía tender a la baja). Los salarios "normales" tendían a subir relativamente en virtud del incremento de los precios de los productos alimenticios. De esta manera los beneficios bajaban y la participación del capital se reducía constantemente.
Es importante remarcar que los salarios "normales" no aumentaban. Estos eran más o menos equivalentes a una canasta de bienes que proporcionaba los medios de subsistencia a los obreros. Lo que aumentaba era el precio de los productos de la tierra, y concretamente, la renta de la tierra; esto excluye a los salarios de los campesinos del movimiento alcista.
En ese sentido el industrial, a quien Ricardo entiende representar, es afectado por el rentista. Es el rentista - aunque aparentemente son los asalariados - quien toma una fracción del ingreso nacional que debería ir al capitalista. Con lo cual se convierte en un obstáculo a la acumulación y, en definitiva al progreso.
EL PAPEL DEL COMERCIO EXTERIOR
En este contexto, todo aquello que contribuya a disminuir el valor de los productos agrícolas es absolutamente favorable para el desarrollo económico. Y es aquí donde Ricardo plantea la importación masiva de cereales de países en los cuales la renta de la tierra no sea tan elevada como en Inglaterra. A principios del siglo XIX, esto significa esencialmente Europa, pero muy pronto sería equivalente a América. Allí la renta de la tierra era prácticamente igual a cero por tratarse de tierras nuevas de la mejor calidad.
La lucha de la burguesía inglesa se centró en esta época en la abolición de las leyes del cereal que recién llegó en 1844. Pero en realidad, la lucha fue mucho más profunda que eso, pues buscó rediseñar la economía británica en función de una nueva división internacional del trabajo. Gran Bretaña - de acuerdo a Ricardo - sería un centro productor de manufacturas que cambiaría por alimentos producidos en ultramar.
No está de más indicar que esta división internacional del trabajo fue perdiendo vigencia a medida que los Estados Unidos de Norteamérica desplazó a Gran Bretaña como potencia dominante. Este país, en tanto que exportador de productos agrícolas, hizo lo posible por liquidar las producciones agrícolas alentadas por británicos y, en general, europeos.
La Argentina de postguerra fue afectada por este giro. Pero también lo fueron los pequeños productores africanos de oleaginosas. Sin embargo, eso es otra historia.