lunes, noviembre 14, 2005

La batalla comercial de México y China

Los productos chinos se venden prácticamente en cualquier esquina de las poblaciones mexicanas. El flujo de productos chinos que ha inundado a México ha desatado una guerra callejera y comercial entre los vendedores ambulantes y el gobierno.
Un ejército de 1.6 millones de vendedores ambulantes han presentado una férrea resistencia a los intentos de la policía de confiscar las importaciones chinas, mientras que el gobierno ha lanzado una campaña publicitaria para promover los productos nacionales y ha organizado una escuadra policial para combatir el contrabando proveniente de ese país.
México ha quedado con una sensación de resentimiento e injusticia luego de que China lo desplazase como el segundo país en volumen de ventas a Estados Unidos.
Célebre por sus artesanías, México importa hoy día de China desde figuras de imágenes religiosas hasta sandalias de cuero. Y China se ha mostrado también hábil en su campaña de exportación al mercado estadounidense con productos creados a base de mano de obra barata.
"No es temor, es pánico", dijo el historiador de la capital mexicana, Lorenzo Meyer. "Se supone que nosotros éramos los que teníamos que avanzar. Aplicamos reformas de mercado libre y ahora resulta que nos estamos viendo superados por un país comunista. En 500 años, este país nunca ha sido capaz de ser puntero económicamente".
Algunos de los recientes titulares de los periódicos son elocuentes: "Los chinos quieren petróleo mexicano"; "Proliferan productos chinos en los mercados artesanales" y "Las fábricas de la frontera luchan contra la amenaza china".
Los empleados de textileras y zapaterías han comenzado a tirar a la basura los artículos chinos, mientras que la policía ha extremado sus medidas ante los vendedores ambulantes asiáticos y han incrementado sus redadas contra los vendedores de mercancía de contrabando.
La indignación mexicana no se limita empero a los bienes de importación. Desde el 2000, los mexicanos han perdido más de 200 mil trabajos en las maquiladoras, ya que varias de estas fábricas se han trasladado a China.
Los productos chinos han inundado México. China ya fabrica las imágenes de la patrona de México, la Virgen de Guadalupe y las sandalias confeccionadas en ese país se han convertido en el calzado favorito en muchas zonas rurales de México, desplazando a las sandalias de cuero que se han usado durante siglos.
En el estado central-norte de Guanajuato, docenas de zapaterías se han visto obligadas a cerrar, entre ellas Botas Fox, que era propiedad de la familia del presidente Vicente Fox. Los zapateros denuncian que se han visto obligados a cerrar debido a las importaciones baratas de China.
"No podemos competir con sus costos de mano de obra", dijo Sandra Santamaria, directora de proyectos de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido. "La mano de obra en China cuesta 48 centavos de dólar la hora, mientras que en México es de 1,20 dólares".
A pesar de los aranceles "anti-dumping" del 500 por ciento por México a los textiles chinos por el abaratamiento anormal de sus precios, eso no ha frenado la importación en gran escala de los productos.
Muchos productos chinos son introducidos en México con etiquetas de fabricación de otros países. Sin incluir estos productos clandestinos, China tiene un superávit comercial con México de más de 5 mil millones.
"Nunca hemos sido capaces de defendernos contra los estadounidenses ni los chinos", se lee en un cartel clavado frente a una tienda de ropa. "No obstante, no hemos visto a ningún chino. Lo único que vemos son mexicanos desleales que no quieren pagar por productos mexicanos".
Algunos se refugian en el racismo. Las bromas asiáticas y los estereotipos son comunes en México, inclusive en carteles publicitarios.
En una redada efectuada en octubre, la policía detuvo a varios coreanos acusados de dirigir operaciones ilegales de importación, y deportaron a once. Dicha medida generó denuncias de discriminación por parte de la comunidad coreana.
Algunos no ven tan mal que China se esté llevando todos los trabajos que requieran de mano de obra barata.
"Eso obliga a México a producir trabajos con valor agregado", dijo el vicesecretario de Economía, Ángel Villalobos.
Los chinos han señalado que México debe mejorar sus productos en vez de quejarse de otros países.
"China se vio inundada de productos extranjeros, pero nosotros no acusamos a esos países. En vez de ello, aprendimos cómo hacerlos", dijo Xingmin Yin, vicedirector de un centro económico de la Universidad de Fudan, en Shanghai.

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